lunes, 16 de agosto de 2010

NO A LA PAZ .... PADILLA

Todavía estoy indignada mientras escribo estas líneas tratando de asimilar lo que vi el viernes por la tarde en "Sálvame Diario". El programa empezó pacíficamente, comentando la aparición de Kiko Hernández la noche anterior en "Resistiré" caracterizado como Beatriz Trapote, para lo cual lucia unos pantaloncitos cortos que dejaban al descubierto las piernas, algo insólito si tenemos en cuenta que el mencionado colaborador se ha mostrado siempre totalmente contrario (con todo el derecho) a enseñar su cuerpo. Ignoro por qué en esta ocasión decidió hacerlo finalmente, aunque puede ser por razones tan simples como que ese fue el momento en que se sintió cómodo para llevarlo a cabo o incluso que lo hizo por exigencias del guión .

El caso es que a Paz Padilla, presentadora suplente en ese momento de Jorge Javier Vázquez que estaba de vacaciones, le pareció un desprecio la elección de otro escenario que no fuera el suyo para la exhibición de Kiko y para que quedara claro ante todos lo ofendida que estaba por este hecho, no tuvo mejor ocurrencia que azuzar a los colaboradores varones presentes en el plató para que desnudaran al "traidor". El interesado no estuvo conforme con la pretendida broma como era de esperar y trató de huir del acoso de los perseguidores, entre los cuales se encontraban dos gorilas (tanto en comportamiento como en masa muscular) como Kiko Matamoros y Rafa Mora, completando la jauría Diego Arrabal y Luis Rollán; eso se llama igualdad de oportunidades, sí señor. Pues aunque a muchos de ustedes les parezca mentira, todos ellos se dedicaron jubilosos a la labor encomendada y en los minutos que siguieron, la audiencia pudo asistir a una serie de carreras por el plató y los aledaños mientras la presentadora gritaba a sus sicarios que "o le quitaban los pantalones a Kiko o no cobraban". En ese intervalo hubo caídas, estiramientos de extremidades, aplastamientos, gritos, golpes y hasta lesiones, porque la victima decidió vender cara su intimidad y se escabullía una y otra vez amenazando con escupirles y morderles, cosa que hizo demostrando bastante moderación en su legitima defensa (yo les hubiera pateado directamente en los genitales).

Esta escena tuvo lugar en horario infantil sin que nadie (naaadie que diría Bea la Legionaria) alzara una voz para manifestar su disconformidad ante el acoso, ni siquiera la Dirección del programa de la que ya hemos comprobado tiene conexión con la presentadora a través del pinganillo. Finalmente Kiko, al que hay que reconocerle el merito de que ni entre cuatro tíos consiguieron quitarle los pantalones y que se había refugiado en las escaleras que llevan a la sala de control, negoció una tregua con Paz Padilla con la que se reunió seguidamente, manifestando entonces que se había mareado y que se encontraba mal. Pero ni siquiera así tuvo un poco de misericordia porque la presentadora insistía en que volviera al plató y le tiraba del brazo para conseguirlo, a pesar de que Kiko le pedía con voz angustiada que le dejara ir a la sala VIP a descansar un momento porque no podía tenerse en pie. Creo haber leído en algún lugar que Paz trabajó como auxiliar de enfermería antes de hacerse famosa y ante esto, sólo puedo decir que compadezco a los pobres pacientes que tuvieran que sufrir sus "cuidados".

Poco después y una vez pasada la tormenta, la presentadora comunicaba con gesto compungido "que parecía ser cierto que Kiko se encontraba mal" (a ella aun le quedaban dudas por lo visto) "que había estado vomitando y que le habían llevado al hospital" Y entonces sí, una vez que el daño estaba hecho todo se volvieron expresiones cariñosas y ánimos para el enfermo, no se sabe si por la aparición de alguna pequeña dosis de arrepentimiento o por miedo a las consecuencias de tanta irresponsabilidad si finalmente resultaba algo grave de todo ello. En los últimos minutos del programa nos hicieron saber que Kiko estaba ingresado y en observación y en el inicio de “Sálvame Deluxe” pocas horas después, aún se permitieron bromear con el tema y mandarle besos y abrazos, deseándole una pronta recuperación y enviándole todos su cariño. La famosa frase de "hay cariños que matan" debió inspirarse sin duda en un caso similar a éste porque en el mejor de los casos el colaborador podría haber sufrido durante su odisea desde una fractura a un golpe en la cabeza, que todos somos conscientes del peligro que implica. Ya veremos finalmente cuando los médicos den su diágnostico el resumen de daños.

Despojando a lo ocurrido de todo disimulo e hipocresía, lo que se vio en directo el viernes fue el acoso violento de cuatro individuos a un colaborador del programa, con la intención de humillarle públicamente desnudándole contra su voluntad, inducidos y jaleados por la presentadora y con la complicidad de la Dirección y el resto del equipo que asistieron impasibles a la escena sin mover un dedo para impedirla ni decir una palabra para condenarla. Y lo primero que se me ocurre, es que en ese programa hay muchas pretendidas feministas que no cesan de acusar de machismo a personajes y situaciones que comentan a diario. Imaginen que el ataque lo hubieran llevado a cabo contra alguna de las mujeres presentes ¿Cómo se hubiera calificado este hecho? ¿Cómo hubieran reaccionado entonces los testigos impasibles? ¿Hubiera sido la actitud de la victima tan permisiva como la de Kiko? ¿Se puede considerar un incidente así como broma cuando el afectado es un hombre y como agravio cuando hablamos de una mujer? ¿Es esa la famosa igualdad que tanto defienden en el programa?

No hace muchos días, la propia Paz amonestaba a Kiko y hasta le daba unas collejas porque según ella le había tocado el culo y no iba a permitir esa falta de respeto. Kiko tiene que respetarla pero ella se considera con derecho a ordenar que le ataquen y le desnuden. Y no es la primera vez que el colaborador sufre daños físicos por intervención suya. Recuerdo que durante uno de los primeros programas que presentó, se dedicó a empujar a Kiko violentamente en otra de sus penosas bromas, hasta que la silla que ocupaba se volcó haciéndole caer de espaldas sobre las vías por las que se mueven las cámaras y dando a todos un tremendo susto que afortunadamente quedo sólo en una anécdota más una vez recuperado Kiko, aunque ello le costó varios minutos y unos cuantos moratones.

Ya hemos podido asistir en otras ocasiones a las tendencias sádicas de la presentadora, porque durante las pruebas que llevaban a cabo recientemente buscando objetos en urnas ocupadas por bichos variados, Paz se regocijaba especialmente en acercar los animales (serpientes y enormes ratas entre otros) una y otra vez a la cara de los colaboradores, algunos de los cuales sufrieron ataques de nervios como Lydia y Rosa o abandonaron el plató como Kiko, por lo pesado y repetitivo de las bromas porque otro de los defectos de esta señora, es que nunca encuentra el momento de poner fin a lo que a ella le divierte. Y todo esto sin mencionar lo rematadamente mal que lo hace como presentadora confundiendo a Ágata Christie con Ágata Ruiz de la Prada, llamando Lara Dibildos a Lara Rodríguez, equivocándose en cinco de cada diez frases, riéndose de sus propios chistes y desesperando a los publicistas con sus balbuceos mientras intenta leer a trompicones el texto que se supone le están mostrando fuera de cámaras durante las promociones. Desde luego si Paz Padilla ha conseguido que alguien la contrate como presentadora y la mantenga en ese puesto una vez comprobado su penoso trabajo, está claro que cualquiera sirve para estos menesteres.

No obstante, los colaboradores están de suerte con su llegada porque ahora pueden elegir entre los malos tratos psicológicos de Jorge Javier o la violencia física de Paz. En mi opinión, lo ocurrido el viernes seria merecedor incluso de una denuncia, pero evidentemente Kiko Hernández no llegará a esos extremos, porque tiene que seguir trabajando con ese equipo y porque ya ha demostrado su mansedumbre ante las humillaciones y agresiones que recibe de sus presentadores. Si yo estuviera en su lugar, exigiría al menos un sustancioso seguro de accidentes e incluso de vida porque si alguien no pone freno a estas salvajadas del programa, acabará ocurriendo una desgracia en el plató.

Recordemos que no hace mucho a Karmele tuvieron que darle varios puntos en una pierna por los cortes sufridos a consecuencia de otra broma, esta vez de Jorge Javier, que rompió un plato lanzándolo contra el suelo y provocando que uno de los fragmentos saliera despedido hacia la colaboradora. Tras las heridas y los acosos ¿que será lo próximo? ¿una violación en directo?

martes, 10 de agosto de 2010

EL COMPLOT DE LOS PALMEROS

A veces tengo la impresión de que este Blog está dedicado a Belen Esteban en lugar de a la gente de la tele en general como indica su nombre, porque parece que las circunstancias me obligan a comentar sus andanzas una y otra vez. El último numerito que ha orquestado el entorno de la “prinzeza" es sacarse de la manga un supuesto complot contra la coco presentadora (lo de coco se me acaba de ocurrir porque sus charlas soporiferas cada vez me recuerdan más al cacareo monocorde e interminable de un gallinero).

Después de anunciar durante una semana que en el Sálvame Deluxe del viernes 6 de agosto, descubriría con nombres y apellidos a los traidores que según ella pretenden hundirla, resulta que la Esteban ni siquiera estaba informada de lo que iban a contar en el programa (ya sabrán ustedes que la mantienen al margen de vídeos y noticias que le afectan, para que al verlos en directo, su reaccion resulte lo más espontánea y desquiciada posible).

Pues bien, cuando llegó el tan promocionado momento, nos informaron inicialmente de que lo que íbamos a ver a continuación era producto de una minuciosa investigación llevada a cabo por el equipo de Sálvame Deluxe, para asegurar a los pocos minutos que las pruebas que pondrían al descubierto la infame conspiración, les habían llegado anónimamente. Y yo me pregunto: ¿qué es lo que habian investigado entonces? ¿Tal vez el extremo más idoneo por donde abrir el paquete que contenía dichas pruebas? Lástima que no exista en este país el famoso Premio Pulitzer mencionado en las películas norteamericanas, porque no cabe duda de que tan peligrosa y complicada investigación les hubiera hecho acreedores a este codiciado galardón.

En resumidas cuentas, la sorpresa consistía en la emisión de dos conversaciones telefónicas grabadas (se supone que sin consentimiento de la otra parte y por lo tanto ilegales) por un actor desconocido como tal, llamado Alberto Gutiérrez, del que nos adelantaron había hecho ya sus pinitos en este mundo del famoseo al aparecer en el programa “Aquí hay tomate” criticando a un ex concursante de Gran Hermano del que ni siquiera dieron el nombre, ni falta que hacía. Estas eran las credenciales del improvisado espía y sus incautas víctimas resultaron ser la periodista Pepa Jiménez y Verónica González, vecina de la Esteban y conocida por haber interpuesto una demanda por agresión contra Fran, el sufrido marido de la coco presentadora.

Para no aburrirles con detalles que me imagino tendrán tiempo y ocasión de analizar en días venideros en los programas que sin duda seguirán dedicando al tema, les resumiré que el tal Alberto inducía a la periodista a despotricar contra la Esteban, calentando él mismo el ambiente con sus propias descalificaciones hacia ella y ofreciéndose "desinteresadamente" a investigar donde hiciera falta para conseguir medios con los que poder hundirla como parecía ser su meta (la del actor, no la de Pepa por mucho que así nos lo quisieran vender en el Deluxe). El resultado por lo que respecta a Pepa: una serie de comentarios negativos de la periodista sobre Belén y su familia que a ella le habían llegado anteriormente por otras fuentes y sobre los que daba su opinión sin cortapisas puesto que creía estar llevando a cabo una conversación privada. Y respecto a Verónica: el ofrecimiento por parte del actor de actuar a su favor como testigo falso en la demanda por agresión interpuesta a Fran; repito, el que se ofrece para ese papel es el actor, aunque en el Deluxe trataran de convencernos con todo descaro de que es Verónica quien le pide que sea su testigo.

Y para completar la terna de traidores citan a Aurelio Manzano, esta vez sin el respaldo de ninguna conversación en que el interesado confiese sus culpas, aunque igualmente lo incluyen como parte del complot con la única prueba en su contra de que la “prinzeza” afirma que el susodicho se dedicaba a meter cizaña entre ella y su marido durante sus numerosas crisis matrimoniales. Lo afirma ella sin más y se supone que con eso basta para condenarle.

El resto del bloque dedicado a la conjura se completó como era de esperar con una retahila de insultos e improperios de la Esteban y sus palmeros hacia los tres personajes que habían osado cuestionarla. El calificativo de palmeros no es cosa mía sino que al parecer los interesados (es decir, los compañeros que justifican todo lo que hace aunque eso implique “arrancar los ojos a alguien”) tienen noticias de que así se les conoce, según mencionó Kiko Hernández en su alegato a favor de la “prinzeza" puesto que según él, es logico que la defiendan ya que ellos conocen toda su vida y saben que los demás mienten cuando la atacan. Supongo que sería demasiado pedir que tanto Hernández como el resto de palmeros recapacitaran en que lo que realmente conocen es la historia que la Esteban les ha contado y que teniendo en cuenta la facilidad de la interfecta para mentir, cualquiera con dos dedos de frente se plantearía al menos la posibilidad de que esa versión no se corresponda con la realidad de los hechos.

De todas formas y dentro de lo absurdo de toda la trama urdida por el Deluxe, lo que más me sorprendió fue que Belén, llena de rabia e indignación, llamara “sinverguenza” a Pepa Jiménez por comentar en privado que uno de sus hermanos estaba en silla de ruedas por efecto de las drogas según le habian informado a ella y sin embargo, se quedara tan tranquila al comprobar que los responsables de que esa sospecha se hiciera pública, dándola a conocer a toda España, fueran precisamente sus compañeros de programa y la cadena donde trabaja, que son quienes decidieron emitir las grabaciones.

Este comportamiento irracional de la Esteban demuestra más alla de toda duda lo rematadamente estúpida que puede llegar a ser, al considerar como amigos y protectores precisamente a aquellos que la están hundiendo cada vez más en la miseria tanto física como moralmente. ¿Es que esta mujer no tiene a su lado a nadie que la quiera lo suficiente como para darse cuenta de lo que le están haciendo con la excusa de la audiencia que aportan sus desatinos? ¿Es que nadie es capaz de explicarle que la expectación que despiertan sus intervenciones no se debe al cariño de la gente sino a la tendencia morbosa de los espectadores a burlarse del projimo?

Cuando asisto al espectáculo grotesco que ofrece la Esteban día tras día, cada vez más histérica, cada vez más deteriorada en su aspecto a pesar de los retoques estéticos a que se ha sometido, me vienen a la cabeza sin poder evitarlo imágenes tremendas que me impactaron en su día sobre otras mujeres habituales de la prensa rosa: la prematura muerte de Carmina Ordóñez, el internamiento en un psiquiátrico de Raquel Mosquera o los intentos de suicidio de Tamara-Ámbar-Yurena. Esperemos que en este caso la suerte se muestre más benévola porque si hemos de juzgar por lo que vemos últimamente, la vida de Belén transcurre como una de esas película en las que se sospecha a medida que se suceden las escenas que no van a tener un final feliz.