sábado, 27 de abril de 2013

RUBIAS POR ERROR

Hace meses que veo muy poco en la pequeña pantalla, ya que por mucho que baje el listón no consigo encontrar apenas nada que me distraiga; estoy harta de los personajes tan poco interesantes que invitan a los programas de corazón; no me engancho a las series porque no estoy dispuesta a aguantar docenas de capítulos repletos de situaciones absurdas a fuerza de estirar el argumento; los largometrajes que emiten son siempre los mismos que ya he visto infinidad de veces; los realities se han convertido en un desfile de famosetes y descerebrados que sólo piensan en los bolos que harán cuando salgan y así podría seguir indefinidamente pasando revista a los concursos estúpidos, los especiales cutres y los debates sobre la nada.

Sin embargo, para actualizar un poco este blog que he descuidado durante tantas semanas por falta de temas que me hicieran abandonar mi pereza para escribir unas líneas, se me ocurrió plantearles una duda que me ha intrigado con frecuencia en el pasado al observar a los personajes populares y que volvió a mi memoria hace pocas noches mientras hacía zapping.

En una de esas tertulias interminables, disfrazadas de trascendentales que nos ofrece Telecinco, uno de los participantes era Pilar Rahola y mientras recapacitaba en lo mal que le sienta a esta señora el pelo que luce actualmente, recordé que en numerosas ocasiones y al contemplar como alguna famosa había cambiado su aspecto tiñéndose de rubio, llegué a la conclusión de que no le favorecía nada la nueva imagen porque siempre me ha parecido que el color del cabello no sólo tiene mucho que ver con el tono de la piel, sino también con los rasgos faciales y si me apuran, hasta con el temperamento de la interesada. Como me sorprendía mucho que cada vez fueran más numerosas las mujeres que optaban por este look, empecé a comentarlo con conocidos y amigos e incluso a investigar por Internet tratando de averiguar a qué podía deberse dicha tendencia y lo único que pude sacar en claro es, que aparentemente el pelo rubio suaviza las facciones y hace parecer más joven.

Es posible que en algunos casos ocurra así pero considero que en otros muchos, no sólo no se consigue el deseado rejuvenecimiento sino que la interesada acaba mostrando una apariencia muy poco agraciada porque el rubio no le va nada ni a su estilo ni a su rostro. Y como no puedo apoyar mis opiniones con ningún dato científico, ya que la cuestión es absolutamente frívola y supongo que indigna de una investigación de ese tipo, creo que lo mejor es que observen las fotos que incluyo, todas ellas de féminas muy populares, antes y después del cambio, para que ustedes mismos puedan juzgar.

Debo reconocer no obstante, que entre unas fotos y otras no solo media a veces un cambio de color en el pelo, sino también el transcurso de un montón de años e incluso en varios casos alguna intervención de cirugía plástica bastante desafortunada porque de las famosas que les muestro (algunas ya no están entre nosotros) una mayoría persiste en el error de ser rubia y no he conseguido por tanto fotos de la misma época con el cabello distinto. Y por cierto, tal parece que además del cambio de color, algunas hubieran optado también por dejar de peinarse o permitir que lo haga alguien que las odia a muerte.

1 comentario:

  1. la rahola parece una muñeca chochona y la de gran hermano una pilingui

    ResponderEliminar